Los trabajadores autónomos y las pymes son dos de los colectivos más perjudicados por la crisis sanitaria. El cierre de muchos negocios y la reducción de la actividad económica ha llevado a muchos a tener que solicitar la prestación por cese de actividad o aplazar algunas obligaciones fiscales. La falta de liquidez está extendida entre pymes y trabajadores por cuenta propia. Es por ello que las Administraciones públicas han puesto en marcha una serie de medidas que ayuden a aliviar esta situación. Por ejemplo, aplazando algunos pagos sin intereses (o con tipos muy bajos). Las cuotas de la Seguridad Social o los impuestos del primer trimestre son algunos ejemplos de obligaciones fiscales que ya se han podido procastinar.
Más gastos que se pueden aplazar
Pero, además de estos gastos, hay otros considerados “no oficiales” que también pueden ayudar en la liquidez de empresarios y autónomos. Y es que los negocios tienen más gastos que los correspondientes a la Seguridad Social y Hacienda. Por ejemplo, los suministros eléctricos y energéticos.