Los trabajadores autónomos y las pymes son dos de los colectivos más perjudicados por la crisis sanitaria. El cierre de muchos negocios y la reducción de la actividad económica ha llevado a muchos a tener que solicitar la prestación por cese de actividad o aplazar algunas obligaciones fiscales. La falta de liquidez está extendida entre pymes y trabajadores por cuenta propia. Es por ello que las Administraciones públicas han puesto en marcha una serie de medidas que ayuden a aliviar esta situación. Por ejemplo, aplazando algunos pagos sin intereses (o con tipos muy bajos). Las cuotas de la Seguridad Social o los impuestos del primer trimestre son algunos ejemplos de obligaciones fiscales que ya se han podido procastinar.

Más gastos que se pueden aplazar

Pero, además de estos gastos, hay otros considerados “no oficiales” que también pueden ayudar en la liquidez de empresarios y autónomos. Y es que los negocios tienen más gastos que los correspondientes a la Seguridad Social y Hacienda. Por ejemplo, los suministros eléctricos y energéticos.

El Real Decreto-Ley 11/2020 de 31 de marzo aprobó que los contratos de suministro de luz y gas para autónomos y empresas se puedan flexibilizar. Si el negocio está cerrado, la normativa permite que el contrato se suspenda temporalmente sin ningún recargo. Lo mismo se aplica a los contratos de gas o derivados del petróleo. eso sí, se debe estar dado de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos(RETA).
De igual manera, el alquiler se puede demorar. Los autónomos pueden solicitar una moratoria del alquiler al arrendador. Es posible demorarlo un máximo de dos años.
También aquellas actividades que hayan tenido que cerrarse por el decreto del estado de alarma o negocios que hayan sufrido pérdidas del 75% o más pueden aplazar la renta llegando a un acuerdo con el propietario,. Incluso será posible contar con fianza, de manera parcial o total, siempre que se reponga en un año.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.